Poruno wakusei no sarumonera ningen

-¡Socorro! -gritó Mogamigawa.
Se había enredado completamente en la hiedra frotadora, que lo había enrollado rápidamente al tronco de un árbol de la comezón e instantáneamente cubrió su cuerpo con un liquen azul-verdoso.
-¡Deprisa! ¡Saca el cuchillo, rápido! -le gritó a Yohachi con una expresión medio enloquecida y jadeando con creciente ferocidad-. ¡Aaaahh!. ¡aaaaahh!
Una expresión de completo éxtasis empezó a aflorarle.
Yohachi sonrió abiertamente mientras sacaba un cuchillo de su bolsillo con estudiada parsimonia. Luego, esperando el momento oportuno, cuando los gritos jadeantes y frenéticos de Mogamigawa llegaron a su clímax y su cuerpo se desplomó fláccidamente, empuñó el cuchillo y cortó la hiedra frotadora en trozos pequeños.
-¿Por qué no la has cortado antes? -Desplomado en el suelo y agotado, Mogamigawa miró airadamente a Yohachi con aire de reproche-. ¡Lo has hecho a propósito!, ¿verdad?
-Se ha corrido, ¿a que sí? -le preguntó Yohachi soltando su vulgar carcajada.

Yasutaka Tsutsui

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