Estamos en pleno reino de la mediocridad. Entre plumíferos sin fantasía, graves, frondosos… con la audacia paralizada. Los nuevos solo aspiran a que les digan una palabra de elogio para sus poemitas. Y los poemitas han sido facturados expresamente para alcanzar ese destino. Hay sólo un camino. El que hubo siempre. Que el creador de verdad tenga la fuerza de vivir solitario y mire dentro suyo. Que comprenda que no tenemos huellas para seguir, que el camino habrá de hacérselo cada uno.
Onetti