Cuestiones del qué hacer

por esta mirada que te persigue
a solas con las aguas es verdad que quedo
tendido así
cuando la hierba
en este otro lado
de cara a tus pies que repasan los pasos
de ayer y de siempre
cuando sólo tu
y este quedarme de cara al cielo
te levanta
por aquello de las aguas mansas
peso de un cuerpo que no duele
cada vez en que la noche
o cuando el silencio
de cuando en cuando
me abandona y corro al sitio de la huida
y de la luz que te pierde
pensamiento como este donde lorca
asoma tras la ventana y da pie a lo andado cuando a solas
vestido de agua fuerte de casa vacía que
me acompaña intermediando café y odas
casi a la hora del sueño del río
de la figura que vuelve a repasar
el camino a lo largo de esta calle
tarde en mí que te despierta
siempre y cuando

allá
en el recodo del sendero alto
echada a andar de acuerdo a la cita
donde cualquier indicio de árbol te arrastra
a la mirada y al tiempo de este que
espera en días al paso
dos protagonistas de por medio
mirándose cada ocasión en que el río
lleva sus aguas a los cuerpos de afuera
vado casi al azar para pensarte y quedar
como el horizonte donde los lugares se juntan
y acomodan la corriente de las miradas
de uno
posiblemente yo
alguien que raciona el pensamiento para
extender lo bueno del recuerdo
y así
buscarte en el segundo encuentro discreto
como el agua y lorca
acompañantes sólo de tiempo en tiempo
relegados a la manera más eficaz de suicidio
porque solamente son un algo de por medio
cuando la mirada hace de las suyas
y no estás donde el ahora cae
cuestiones del qué hacer.

Alberto Enríquez

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