A mí lo que me magnetiza es el talento. El talento al servicio de lo bello o de lo feo, de lo sublime o de lo mundano, de Dios o el Diablo, de lo culto o de lo popular, me da igual. Me alegra y devuelve la confianza en nuestra especie saber que hay gente capaz de hacer cosas que yo no puedo hacer. La vida puede ser bastante sosa y monótona, y quienes nos sacan de esa rutina haciendo cosas excepcionales merecen reconocimiento. Y no solo en el arte. Messi, por ejemplo, deslumbra con justicia a media humanidad porque es capaz de hacer cosas impensables. A veces pienso que un proyecto de vida digno sería ese: dedicarse a ver, oír y leer las grandes cosas que un ser tan mortal y tan limitado como uno ha sido capaz de hacer. Por eso yo no defiendo lo bello o lo sublime; yo critico el facilismo y la aceptación pasiva de la estupidez.

Carlos Granés

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